martes, 19 de marzo de 2013

La importancia del Papa


La figura del Papa ha pasado, de ser el hombre más poderoso del mundo hace siglos, a ser una muy conocida, muy difundida, muy idolatrada y muy respetada figura meramente simbólica. El Papa ya no tiene poder sobre las naciones, no puede dar órdenes, se limita a hacer exhortos que casi nunca son atendidos, porque da la casualidad  que los más poderosos países del mundo, Estados Unidos, China, Rusia, Japón, Reino Unido, ni siquiera están gobernados por católicos.

No obstante, el Papa es una figura importante en el mundo. Y su importancia se la debe a dos factores: a su pasado glorioso como rector de naciones y a los 1.200 millones de fieles católicos que existen. El Papa es el más importante líder religioso que existe. Su figura, a nivel mundial, está muy por encima del Dalái Lama, el gran rabino de Israel, el arzobispo de Canterbury, el patriarca de Constantinopla, el papa de la Iglesia Copta, el patriarca de Moscú y de todas las Rusias y otros muchos líderes de religiosos.

De otra manera, no se podría explicar la lluvia de poderosos que se dejó caer en El Vaticano con motivo de la misma de inicio de pontificado del papa Francisco. Muchas de las personalidades que se dieron cita allí probablemente ni siquiera se plantearon la posibilidad de asistir al funeral de Hugo Chávez hace apenas unos días.

El Papa ya es una figura sin poder, pero es una figura revestida de mucho respeto, el mismo que debe usar para sugerir, que no para ordenar, que el mundo viva en paz, y que lo seres humanos hagan lo posible por respetarse unos a otros. Ésa es la única misión que puede llevar a cabo con un poco de éxito, y parece que el papa Francisco lo tiene bien claro.

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