Obama tiene fama de ser, desde que se fundó el Estado
de Israel, el presidente norteamericano más antijudío. Sus relaciones con
Israel no han sido tan amigables como en el caso de sus antecesores, incluso
diversos analistas lo califican más como un aliado de los palestinos que de los
hebreos.
Quizás para cambiar esa imagen que se tiene de él, en
su primera visita a Israel que ha empezado hoy, habló de una alianza entre Estados
Unidos y el Estado judío eterna y para
siempre, con el fin de hacer de este mundo un lugar mejor.
El mandatario estadounidense fue recibido en el
aeropuerto de Ben Gurión por las máximas autoridades israelíes: el primero
ministro, Benjamín Netanyahu, y el
presidente, Simón Peres.
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