miércoles, 27 de marzo de 2013

Fidel Castro apoya a Bolivia en su reclamo de una salida al mar


Bolivia es uno de esos desdichados países que tienen la mala fortuna de no poseer una salida al mar. La geografía no es siempre justa ni mucho menos generosa, porque, por otro lado, ahí está Chile justo como su vecino, cuyo territorio en su totalidad se extiende por el mar, y más lejos el afortunado México, que posee más de once mil largos kilómetros de litoral.

Hace más de 130 años Bolivia sí tenía salida al mar, pero la perdió en una guerra contra Chile, como si a éste país mar le faltara. Y recientemente, Evo Morales inició un proceso mediático para conseguir que Chile por la vía de la diplomacia le permita recuperar una porción de territorio que le dé salida al mar.

Fidel Castro, de quien Morales es alumno y admirador, le envió una carta para expresarle su apoyo, al considerar justas las reclamaciones bolivianas. Castro pregona la filosofía que tanto le imitó Hugo Chávez y que viene desde Simón Bolívar, según la cual un país latinoamericano debe de apoyar a los países hermanos en cualquier necesidad y dificultad. Por ello, de acuerdo a la doctrina castrista y chavista, Chile tendría que dignarse a negociar una porción de su territorio para que así su hermana Bolivia tenga salida al mar y pueda con ello levantar su economía.

Chávez ejemplificó esa pretendida solidaridad con petróleo venezolano, producto que puso en manos de sus aliados a precios extraordinarios. 

Aunque no tener salida al mar no es un pretexto para ser un país pobre. Allí está la rica Suiza como ejemplo, o Austria, que también perdió todas sus salidas al mar desde la Primera Guerra Mundial y tan mal a los austriacos no les va.

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