lunes, 25 de marzo de 2013

Se impone una dictadura militar y anticatólica en la República Centroafricana


Michel Djotodia, líder del grupo islamista Séléka, ha tomado el poder a sangre y fuego en la República Centroafricana, y aunque ha asegurado que no habrá cacería de brujas en su régimen, los católicos ya se quejan de acoso y persecución.

Djotodia es, por sus pistolas, a partir del día de ayer, el presidente de la República Centroafricana, un país que desde su independencia de Francia en 1960 ha conocido a los más excéntricos, avaros y genocidas dictadores, siendo el que más destaca de entre ellos el autoproclamado emperador Bokassa I.

La población del país apenas rebasa los tres millones y medio de habitantes. La gran mayoría, el 80%, son cristianos, mientras que apenas el 15% son islamistas. Eso no ha sido impedimento para que las hordas de Djotodia hayan iniciado ya una cacería de católicos para consolidar una dictadura con el islam como su religión de Estado.

Djotodia ha tratado de legitimizar su naciente régimen manteniendo a funcionarios del gobierno anterior y proclamando a los cuatro vientos que no pretende iniciar una cacería de brujas -aunque no ha dicho nada al respecto de los católicos- y que su intención es dar al país una era paz mientras lo saca de la miseria. 

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