Existe un capítulo en The Simpson en que Homer y Mr. Burns escapan a Cuba y encuentran a
un Fidel Castro en quiebra que está
dispuesto a reconocerlo ante Washington. Pero un billete de un billón de dólares,
cortesía de Mr. Burns, termina remediándole sus problemas.
Castro estuvo en esa situación de precariedad cuando
cayó la Unión Soviética ,
pero el que lo salvó no fue Mr. Burns sino Hugo
Chávez. Hace unos meses, cuando ya muchos daban por muerto a Chávez,
sobraron opiniones respecto a la preocupación de los Castro por la vida de su
amigo y por el petróleo. Es evidente que el gobierno de Cuba está preocupado
porque puede llegar a Venezuela un presidente menos filántropo que Chávez.
Si las elecciones las gana Nicolás Maduro, muy
probablemente Cuba seguirá gozando de los mismos privilegios que tenía en vida
del caudillo bolivariano. Pero si llegara a triunfar Henrique Capriles, las
relaciones entre Venezuela y Cuba darían un giro radical.
El propio Capriles ya afirmó que si gana ni una gota más
de petróleo venezolano será destinado para financiar al castrismo. Las palabras
del candidato opositor sin duda pueden provocar una importante reacción en la
mente de los electores. Por muy nobles que sean los venezolanos, muy
probablemente no a todos les gusta que su petróleo -que podrían vender a buen
precio y con ese dinero solucionar algunos de sus problemas más apremiantes-
vaya por concepto de admiración y amistad a solucionar los problemas de los
hermanos Castro.
Si Capriles gana, aunque sus posibilidades parecen ser
pocas, será la peor pesadilla para el régimen castrista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario