El embarazo de la despampanante celebridad Kim Kardashian ha provocado una enorme expectación
en los medios, más incluso que la que levantara, años atrás, su famoso vídeo íntimo.
Desde que se anunció que sería madre, era normal esperar que su voluptuosidad se desparramara para los dados como consecuencia
casi ineludible de cualquier embarazo. Los medios, mientras tanto, le han dado
cobertura a cada kilo que ha subido Kardashian, pero a ella no parecen
importarle demasiado los comentarios sobre su parcial gordura.
En sus más recientes declaraciones, Kim Kardashian
dijo que ama sus curvas, lo que ha dejado claro siempre, y que por ahora no le
preocupa su peso, que ya tendrá tiempo de perder kilos y que tiene toda una
vida por delante para ser delgada.
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