La semana pasada todo indicaba que el primer país en
salir de la Eurozona
y ser la piedrita que podría propiciar el derrumbe de la montaña sería Chipre. Los
chipriotas se precipitaban a sacar su dinero de los bancos, prediciendo la
debacle, pero una movilización a marchas forzadas de autoridades de la Eurozona y el Fondo
Monetario Internacional, junto con el gobierno de Chipre, ha estabilizado la
situación de momento.
Chipre se quedará en la Eurozona gracias a un apoyo
económico que recibirá de 10.000 millones de euros, para estabilizar sus
finanzas. El precio que tendrá que pagar será someterse a un estricto programa
de rendición de cuentas, de recaudación, y de eliminar instituciones nocivas
que comprende la desaparición del Laiki Bank, el mayor banco del país.
Una de las exigencias de la Eurozona a Chipre es que deje de ser un paraíso fiscal. En adelante a todos los depósitos en el país, que
superen los 100.000 euros, se les quitará el 30%, medida que espantará a
cualquier emprendedor que busque en la isla un medio de limpiar su dinero.
El acuerdo fue alcanzado esta madrugada, después de
duras jornadas entre las autoridades del FMI, la Eurozona y el gobierno chipriota.
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