Leer un libro en papel y en la pantalla de una
computadora son dos cosas totalmente diferentes. El papel permite tomar una
posición cómoda, de manera que el lector no se canse mientras lee. En cambio,
la pantalla exige sacrificios que impiden leer muchas páginas, y la postura es
por demás cansada.
Pero las tabletas se asemejan más al libro en papel. Sobre
todo los Kindle, que son ideales para la lectura. Su peso, forma y tamaño
permiten adoptar las mismas posiciones en sillas, sofás, alfombra, cama o césped
que con el libro en papel.
Adaptarse sí es un poco difícil. Las primeras lecturas
en una tableta pueden resultar algo extrañas, sobre todo con libros muy
extensos. Hay quienes dicen que incluso no disfrutan igual un libro electrónico
cuando ya lo han leído previamente en papel.
Pero también muchos lectores afirman que cambiar del
papel al Kindle les ha resultado algo muy natural y que disfrutaron desde la
primera lectura. Las tabletas, a fin de cuentas, permiten comodidad al momento
de leer, y eso es casi todo lo que se necesita para sustituir a un libro
impreso.
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