Desde el
pasado viernes, Xi Jinping, el nuevo
presidente de China, inició su primera gira internacional desde que es el
tercer hombre más poderoso del mundo, después de Barack Obama y Vladimir
Putin.
Fue precisamente
Putin el primer líder al que visitó Xi Jinping, quizás como una especie de homenaje,
ya que China le debe su poderio actual, en parte, a la ayuda prestada a
mediados del pasado siglo por una extinta Unión Soviética.
El nuevo
hombre fuerte de China, no hace mucho hizo críticas sobre las reformas que
precisamente llevaron a la URSS
a desaparecer hace ya más de veinte años. Después de visitar a Putin, Xi
Jinping fue a cumplir con otras visitas de Estado en África, en donde se halla
actualmente.
Como prueba
de las diferencias ideológicas y de las no siempre amables relaciones diplomáticas,
esta primera gira del presidente chino no incluye a los Estados Unidos. De hecho,
todos los países que se hallan en la agenda de Xi Jinping llevan excelentes
relaciones con el gigante asiático.
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