La actriz
estadounidense Lindsay Lohan, que no
acaba de salir de un problema para meterse en otro y que alcohol y cárcel ya
parecen ser su segundo nombre, terminó bajo de una mesa en la ciudad brasileña
de São Paulo, aunque no por lo motivos que se sospecharon al principio.
Lohan fue
a Brasil a trabajar. Le pagaron 100 mil dólares por día para que usara ropa de
la marca John John Denim. Pero inesperadamente terminó en una discoteca bajo de una mesa y
alguien pudo captar el momento con una cámara.
Inmediatamente
se pensó que Lindsay había vuelto bien pronto a las andadas y que estaba
cumpliendo con la rutina del día, ahogada en el alcohol y bajo una mesa.
Ese rumor
se lo debió a su mala fama. Pero en realidad se metió bajo la mesa a
consecuencia de una aglomeración de seguidores que pretendían acercarse a ella.
Lindsay
Lohan estaba tumbada en el suelo, pero esta vez, al parecer, no por culpa del alcohol.
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