domingo, 3 de marzo de 2013

Blogs: yo comento, tú comentas, si no comentas, yo no comento


Un blog permite atraer lectores en buena lid, generando contenido que otros pueden hallar interesante alguna vez. De esa forma se atrae a lectores diversos, de diferentes partes del mundo con intereses múltiples. A algunos les puede interesar una entrada, a otros ésa no, pero otras sí. No obstante, el principal objetivo de muchos blogs es atraer lectores, y que se queden para siempre, cuando es muy probable que haya entradas que no serán de su interés.

Muchos blogueros atraen a sus lectores comentando en otros blogs. De esta forma, esos otros blogueros irán al suyo a comentar. Probablemente por gratitud. Y así se arma una relación de ir y venir a comentar fielmente todos los días, para no perder a ese lector.

Pero es probable que a esos fieles lectores no les llamen la atención las entradas de todos los días. Es probable que de diez una les guste y les dé para escribir un comentario verdaderamente productivo. Pero aun así van y comentan diario a los blogs de sus seguidores, exhibiendo una especie de compromiso moral. “Si yo comento en el suyo, él vendrá a comentar en el mío”.

El recurso es valido. Pero no es el más recomendable para atraer muchos lectores ni para que valoren el contenido de un blog. Por lógica, para conseguir cien comentarios en la entrada del día, hay que tener el tiempo disponible para ir a escribir otros cien, o un número muy cercano a ése. Es probable que un bloguero comente en otro blog aunque ese día no reciba lo mismo, pero después de una semana se acabará probablemente la fidelidad.

Finalmente, el objetivo de un blog donde se escribe es que lean lo que se escribe. Y eso se logra tratando de escribir bien y cosas que despierten el interés. El truco de comentar para que te comenten sólo acarrea visitas, pero probablemente no acarrea lectores. Se puede -claro que se puede- escribir un comentario en una entrada que no se ha leído.

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