Elba Esther Gordillo llevaba diariamente encima una fortuna en ropa

Elba Esther Gordillo, la exlíder sindical mexicana que desde el martes pasado está tras las rejas acusada de robar al sindicato que presidía 2,600 millones de pesos, acostumbraba llevar ropa costosísima, haciendo gala de riquezas que jamás explicó cuál era su origen.

Desde hace muchos años, en México ya se rumoraba que en la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se practicaba una descarada corrupción mientras el Estado se hacía de la vista gorda. Se decía y quedaba claro que la líder del sindicato, Elba Esther Gordillo, era muy rica. Y ella misma llegó a decir que su fortuna no provenía de su sueldo como maestra, mas no aclaro de dónde.

El carácter vitalicio de su cargo y el hecho de que los presidentes no se atrevieran jamás a enfrentarla, hizo que fuera conocida como la mujer más poderosa de México, e intocable para cualquier autoridad. Por eso trascendió tanto la noticia de su detención.

En cuanto fue detenida, los millones de agremiados del sindicato que todavía en ese momento presidía, no mostraron el menor interés por poner en práctica su costumbre de salir a las calles a sembrar el caos para que fuera liberada. Al contrario, dos días después ya tenía sustituto.

El presidente, Enrique Peña Nieto, dio un mensaje a la nación afirmando que el arresto de la líder sindical tenía como único fin el de hacer justicia, se reunió con veinte gobernadores, casi una tercera parte de los que gobiernan el país, para hablar con ellos del tema, lo que demuestra la importancia que tenía la defenestrada “Maestra”.

Diversos medios inmediatamente de enfocaron en resaltar el tren de vida que Gordillo llevaba. Vivía en la completa opulencia, y eso hacía sospechar a muchos que usaba los fondos del sindicato, lo que jamás pareció preocuparle.

Su riqueza se apreciaba desde su vestimenta. La líder sindical podía llevar un día encima prendas que superaban los 100 mil pesos mexicanos (unos 8,000 dólares). Su reinado duró 24 años, tantos que tal vez ella misma llegó a pensar que jamás sería enfrentada por las autoridades.