Todo está
listo para que inicie el Cónclave. Se esperaba que fuera desde la semana pasada debido a que Benedicto XVI así lo dejó entrever
antes de retirarse a Castel Gandolfo,
pero los cardenales optaron por conocerse y estudiar a los hombres fuertes
para, se sospecha, celebrar un Cónclave breve. Mañana inicia y, probablemente,
mañana ya podría haber Papa.
Pero eso
es sólo una modesta posibilidad. Sería normal si mañana se presenta el humo
negro. Lo que sí es muy probable es que el viernes ya se conozca al nuevo Papa.
La semana anterior los cardenales pasaron por el justificable proceso de analizar
a sus iguales, y es probable que ya entre ellos tengan una reducida lista de
papables y que, por consecuencia, el Cónclave sea rápido.
Lo que
falta ahora por ver es si alguno de los papables de los cardenales coincide con
las listas que han elaborado los distintos medios de comunicación a nivel
mundial. Estas listas han sido elaboradas a partir de aspectos como la edad, la
trayectoria, la nacionalidad, los escándalos y el intelecto de los cardenales,
lo que es razonable y también es lógico pensar que los cardenales podrían
guiarse por esos motivos, pero son 115 los que van a encerrarse en la Capilla Sixtina
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